Surfeando en Malibú con Cajun Moon Holland
Como joven de diecisiete años que vive en Malibú, California, el surf es una parte importante de mi rutina diaria. Siempre me despierto una hora antes de que salga el sol tras las hermosas crestas montañosas del sur de California. Ver las olas perfectas, sentir los vientos frescos de la costa y escuchar las risas y gritos de mis amigos más cercanos me motiva a despertarme al amanecer casi todas las mañanas. Me enamoré de este deporte en la secundaria; siempre había estado rodeado de agua en Malibú y desarrollé una afición por el bodysurf y la pesca desde muy pequeño. Tengo la suerte de ser surfista y tener algunas de las mejores olas, como Rincon, Lowers e incluso el propio Malibú, a un corto trayecto en coche. Empecé a surfear de forma competitiva al principio de la preparatoria. La sensación de ganar y perder series me motiva a intentar mejorar cada día. Surfear de forma competitiva también puede ser muy frustrante porque es difícil estar de acuerdo con alguien que te juzga, sobre todo si te sientes menospreciado. Las emociones y sensaciones que el surf transmite son lo que lo hace tan popular en todo el mundo. Lo que me mantiene conectado es su simplicidad. Las eliminatorias y las puntuaciones me impulsan a ser mejor y más consciente en el agua, pero es la facilidad y simplicidad del deporte lo que me mantiene en la tabla. Si no estoy descalzo corriendo de la tabla a las olas, me puedes encontrar junto a una fogata con mis Simple Shoes.
"ES LA FACILIDAD Y SENCILLEZ DEL DEPORTE LO QUE ME MANTIENE EN LA TABLA"
Fotografiado por Jordan Santamaria
